
Haciendo la cena, la cocina llena de humo, el humo que desprende la sartén, que evapora el cenicero, decenas de ceniceros en el club de jazz donde toca Johnny Griffin, o el que expelen mis pulmones después de haber hecho el intercambio de valencias.Me gusta hacer la cena, me gusta inventar, que mis manos bailen sobre la encimera, abran y cierren puertas, latas, huevos y casi todo lo que alcancen y puedan descerrajar.
Este cuadro se lo llevó un arquitecto suizo, intelectual y sensible, del siglo pasado.
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