jueves, 15 de septiembre de 2011

Primo.....



(No hay extensión más grande que mi herida....)

Hoy también lloré por no verte ni tocarte,
no es extraño.
Son tres mil seiscientos cincuenta y pico días
sin tí,
y te quiero tanto como entonces,
cuando juntábamos nuestras cabezas contra el viento
y la risa aparecía al despertar.