domingo, 15 de noviembre de 2009

Cicatrizando....




Tengo el honor de pasear
en las mañanas
por los parques más altos de Madrid.
Tengo el dulce privilegio de sentir
lo que nadie siente.
Subo escaleras de piedra.
Me empapo con placer del agua
que dibujan los aspersores.
Observo a los chicos malos
y me agrada pensar que no fui el único
ni el más avispado de los idiotas.
Veo a madres derrotadas
esperando pacientes en la puerta
del metabús,
hombres descamisados
porque nunca tuvieron camisa,
extranjeros, gente de otros pueblos,
que no supieron descifrar
el mapa del viejo pirata,
filas interminables de hormigas
que trabajan, y trabajan, y trabajan,
hasta que mueren aplastadas
por un atleta.
Y más bichos, mis amigos.
Las mañanas de Madrid
en los parques altos, donde el aire
se mueve cuando hay aire
y no hay lobos ni corderos.

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