Homenaje al señor Tom Waits, compañero de tantas noches de trabajo y jazz.
El teclado lo encontré en un vertedero en compañia de un perro vigilante de basuras y vertederos, la obra se la llevó un tipo al que nunca conocí, entre otras cosas porque se fué sin pagarme la mitad.
2 comentarios:
Tío, no había visto tu blog, molaaaaaaaaaa, lo he metido en mi blog también de link.
Artistaaaaaa
Gracias cariño.
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